31 de octubre de 2010

LA CIENCIA DE LOS ARMÓNICOS


Este texto es extraído del libro Healing Sounds, de Jonathan Goldman. La traducción desde el texto en Italiano es mía.

QUÉ ES EL SONIDO?

El universo vive de sonidos y en todos estos sonidos son presentes los amónicos. Los armónicos, conocidos también como hipertonos, son un fenómeno acústico que se verifica cada vez que un sonido es emitido. Normalmente, creemos percibir notas solas cuando escuchamos un instrumento musical como el violín o el piano tocando una nota. Sin embargo, casi todas las notas producidas por instrumentos musicales, de nuestra voz o de otras fuentes sonoras, no son realmente notas puras, sino superposiciones de frecuencias de notas puras, llamadas “parciales”. La más baja de todas estas frecuencias es definida “fundamental” todas la parciales con frecuencias mayor a la fundamental son definidas hipertonos.

Antes de empezar un examen de los amónicos como fenómeno sonoro, empezamos a analizar el sonido. El sonido es una energía vibratoria que tiene forma ondulatoria. Estas ondas son científicamente medidas en unidades llamadas “hertz” (hz) y toman en consideración el número de ciclos por segundo creados por la energía en cuestión. Esa cantidad es comúnmente conocida como frecuencia y es subjetivamente experimentada como tonalidad.

FRECUENCIA

Una cuerda que vibra cien veces al segundo genera un sonido medible en 100hz. Esta es su frecuencia. Una cuerda que vibra 1.000 veces al segundo sería medida en 1.000hz.

Podemos escuchar los sonidos con vibraciones entre los 16 y los 25.000hz. Esta consideración puede variar mucho, en relación al individuo y a su edad. Mientras il limite superior referido a jóvenes con un oído perfecto puede a veces alcanzar los 25.000hz, hay una gran porcentaje de población que no puede sentir sonidos con una frecuencia superior a 10.000hz. los sonidos más allá los 25.000hz son llamados ultrasonidos. Los sonidos por debajo de los 16hs son llamados E.L.F.S ( extreme Low Frequencies). Más lentamente un sonido vibra, más grave los percibimos. Más rápidamente vibra, más los percibimos agudo. En un piano, la nota más grave vibra con una frecuencia de 4186 hz. Frecuencias diferentes que tienen medidas específicas dan origen a las diferentes notas que componen las escalas musicales utilizadas hoy en día.

(...)

Si una cuerda de un piano vibra 256 veces por segundo diremos que su frecuencia es de 256hz. Esta frecuencia origina una nota llamada Do. En un piano, una cuerda que vibra a 293hz es un Re, una que vibra a 330hz es un mi, a 349 hz es un Fa; a 392 hz es un Sol; a 410hz es un La, a 494hz es un Si ; a 512 es nuevamente un Do ( 256 x2)

TONALIDAD

En los sistemas de tonalidad para varios instrumentos musicales, se verifican diferentes frecuencias para notas particulares. La nota Do, por ejemplo, puede variar entre los 251 y los 264hz, y también las otras notas de la escala pueden variar de manera notable. Esto depende del lugar en el que se afina un instrumento (su tonalidad de concierto es diferente en los EE.UU y en Europa) y del instrumento que se está afinando ( las tonalidades de un piano son diferente que las de un violín).

(...)

Continuando con el ejemplo de una cuerda que vibra a 256hz a las que nos referimos como Do, cuando la escuchamos normalmente escuchamos la nota Do. Esto ocurre haciendo referencia sólo a la nota fundamental. Justamente, cuando esa cuerda vibra 256 veces por segundo y aquel Do está sonando, muchas otras notas, más allá de la fundamental, están sonando. Estas son llamadas hipertonos.

En muchos casos no logramos distinguir los diferentes hipertonos que están resonando y que contribuyen a lo que definimos el timbre de un instrumento. Diferentes instrumentos sonarán todos los hipertonos, pero específicos hipertonos son más evidentes en diferentes instrumentos. Estos armónicos dominantes son llamados “modelantes”. Son la parte del espectro sonoro donde la energía es mayormente concentrada.

Los armónicos son responsables de la formación de los distintos sonidos que escuchamos y de la unicidad del timbre de cada instrumento. En un laboratorio electrónico, en tres diferentes instrumentos los armónicos han sido separados gracias a filtros especiales. Escuchando estos instrumentos privados de sus armónicos era imposible distinguirlos el uno del otro, a pesar de que en condiciones normales no habrías sido difícil reconocer un violín de una tromba o de un piano. Los hipertonos están presentes también en nuestras voces y son de hecho los responsables de nuestras dotes canoras y de la unicidad de nuestra voz. Cada voz es diferente y cada voz tiene sus específicos modelantes que resuenan cuando hablamos.

Los armónicos están matemáticamente ne relación entre ellos. Recuerdan el ejemplo de la cuerda que vibra a 256 hz y origina el Do? Mientras la cuerda vibra 256 veces por segundo, otras ondas sonoras están siendo generadas y vibran como múltiplos geométricos de 256 hz. El primer armónico vibra dos veces mas rápidamente que la fundamental, en una relación de 2 a 1, o sea 512 vibraciones al segundo. Esto crea una nota a las nos referimos como a un intervalo de una octava de la fundamental, y es llamada también Do.

LOS PRIMERO 16 ARMÓNICOS

El esquema que sigue muestra los primeros 16 armónicos creados utilizando la frecuencia 256 hz como fundamental. Muestra también la frecuencia y el intervalo generado

La primera columna representa el nombre dado al armónico. La segunda muestra el intervalo creado por el armónico en la octava. La tercera indica el nombre parcial del armónico y la cuarta su frecuencia.

Los primeros 16 armónicos creados a partir del Do (256 hz) como fundamental

NOTA

INTERVALO

ARMÓNICO

FRECUENCIA

1 Do

Unísono

1ª parcial

256 hz

2 Do

Octava

2ª parcial

512 hz

3 Sol

5ª perfecta

3ª parcial

768 hz

4 Sol

Octava

4ª parcial

1.024 hz

5 Mi

3ª mayor

5ª parcial

1.280 hz

6 Sol

5ª perfecta

6ª parcial

1.536 hz

7 So b m

7ª menor

7ª parcial

1.792 hz

8 Do

Octava

8ª parcial

2.048 hz

9 Re

2ª mayor

9ª parcial

2.304 hz

10 Mi

3ª mayor

10 parcial

2.560 hz

11 Fa sost -

4 aumentada

11ª parcial

2.816 hz

12 Sol

5ª perfecta

12ª parcial

3.072 hz

13 La m

6ª mayor

13ª parcial

3.328 hz

14 Si b m

7ª menor

14ª parcial

3.584 hz

15 Si

7ª mayor

15ª parcial

3.840 hz

16 Do

octava

16ª parcial

4.096 hz

Un intervalo es la diferencia de afinación entre dos notas. Un ejemplo es la diferencia entre dos notas tocadas al piano. La diferencia entre estas dos notas es un intervalo.

El segundo armónico que toca vibra tres veces más rápidamente que la fundamental, en una relación de 3 a 1, a 768 hz. Esta crea una nota a la que se hace referencia con un intervalo de una octava y una quinta sobre la fundamental. El nombre que damos a esta nota es Sol.

El tercer armónico vibra cuatro veces mas rápidamente que la fundamental, en una relación de 4 a 1, a 1.024 hz. Esta nota crea un intervalo de una octava con respecto a la primera nota . Está dos octavas arriba de la fundamental y es también llamada Do.

El cuarto armónico suena vibrando 5 veces más rápidamente que la fundamental, en una relación de 5 a 1, a 1280hs. Esta nota crea un intervalo que es de dos octavas y una tercera arriba de la fundamental. Esta nota es un Mi.

El quinto armónico vibra 6 veces más rápidamente que la fundamental en una relación de 6 a 1, y genera otro Sol, una octava arriba del segundo armónico.

El sexto armónico vibra 7 veces más rápidamente qeu la fundamental en una relación de 7 a 1, y crea una nota que normalmente no se encuentra en el teclado de un instrumento. Esta nota es ligeramente más grave que un Sib ( a menudo indicada como un Sib m)

El séptimo armónico vibra ocho veces mas rápidamente que la fundamental en una relación de 8 a 1 y crea un nuevo Do superior al primero de tres octavas.

etc....

Esto son los armónicos de las primeras cuatro octavas, generadas por el primer Do, que hemos definido “fundamental” y que ha sido tocado en un instrumento. Esto no son de todas maneras todos los hipertonos producidos. En teoría, la serie de los hipertonos es infinita, con cada armónico múltiplo geométrico de la fundamental que se torna más veloz y más agudo.

CIENCIA Y MÚSICA

La cuestión fundamental de los armónicos o hipertonos es su relación matemática. Por ejemplo , la relación entre el segundo y el tercer armónico es de 3 a 2. Esto es un intervalo de 5ª . esta relación puede tener profundos efectos sobre los aspectos armónicos y curativos del sonido.

Esto son los armónicos producidos tocando un Do. Las mismas relaciones armónicas emergen de manera independiente de la nota fundamental, aunque las tonalidades producidas por la fundamental sean diferentes. (...)

En culturas diferentes la música y la ciencia no han estado separadas como en Occidente. Las antiguas escuelas mistéricas de la Grecia, de la India,del Tibet y del Egipto tenían un vasto conocimiento de la relación entre música y sanación, basada en el principio de vibración como la fuerza creadora fundamental del Universo.

PITÁGORAS Y EL MONOCORDIO

En la antigua Grecia, el dios Apolo era la divinidad de la música y de la medicina. Existían templos de sanación que utilizaban la música como fuerza principal para armonizar cuerpo y espíritu. Uno de los pensadores griegos que continúan a influenciar con su pensamiento nuestra cultura es Pitágoras, un filósofo griego del siglo VI a.C., conocido hoy en día como el padre de la geometría. Fue también el primer intelectual occidental a poner en claro las relaciones entre intervalos musicales.

La clave de este descubrimiento fue un instrumento muy simple llamado monocordio, constituido por una sola cuerda tendida sobre una estructura en madera. Usando el monocordio, Pitágoras pudo descubrir que la división musical creada por el ser humano daba origen a determinadas relaciones. Examinando los intervalos creados por esa división, Pitágoras descubrió que todas las relaciones numéricas podían ser expresadas. Estas relaciones numéricas, como 2:1, 3:2, 4:3 eran arquetipos de la forma, dado que eran demostraciones de la armonía y del equilibrio que se podían observar en todo el mundo. Si, por ejemplo, una cuerda es dividida en dos partes iguales, la nota que producirá es una octava más alta que la nota producida por la cuerda entera. Las dos partes iguales vibran en una relación de 2 a 1 ( 2:1) . Si, luego, la cuerda es dividida en 3 partes iguales, la cuerda vibra en una relación de 3 a 1 ( 3:1). Cuando la cuerda es dividida en 4 partes iguales, pesta crea una relación de 4 a 1 ( 4:1). Volviendo a la relaciones desarrolladas por las cuerdas armónicas, es evidente que la división efectuada por el hombre sigue exactamente las relaciones de las series armónicas.

Es probable que nuestra comprensión de las relaciones y del sistema matemático que las relaciona se base en las observaciones de Pitágoras en campo musical. Se dice que haya declarado: “Estudien el monocordio y descubrirán los secretos del universo”. Del estudio de una única cuerda vibrante se podrían descubrir los aspectos microcósmicos de la vibración sonora y, gracias a eso, se podrían estudiar las leyes macroscópicas que regulan el cosmos.

Pitágoras creía que el universo fuera un inmenso monocordio, un instrumento con una sola cuerda tendida entre le cielo y la tierra. La extremidad superior de la cuerda era atada al espíritu absoluto, mientras que la extremidad inferior era atada a la materia absoluta. A través del estudio de la música como una ciencia exacta es posible conocer todos los aspectos de la naturaleza. Él aplicó sus leyes sobre los intervalos armónicos a todos los fenómenos naturales, demostrando la relación armónica en elementos, planeta y constelaciones.

Vibración y sonido


lo siguiente es de Joachim-Ernst Berendt, de su maravilloso libro Das Dritte Orh ( El tercer oído)

la traducción desde el italiano es mía.


El mundo es sonido. Nada Brahman significa justamente eso, no que el mundo es vibración. Entonces para ser más preciso: de un punto de vista físico existen miles de millones de vibraciones posibles. Pero, como han demostrado los estudios sobre los fundamentos de los armónicos, como han demostrado Hans Kayser, Rudolf Haase y muchos otros, el cosmos, el universo, la naturaleza, tienen la tendencia a elegir, entre estos miles de millones de posibilidades, las pocas miles que producen un sentido armónico, es decir musical: las proporciones integrales de la serie de armónicos, de la escala mayor y más raramente de la menor, de ciertas escalas de la música gregoriana e hindu, la polaridad d 1:2 de la octava, etc.

Es importante tener en cuenta que las proporciones ahora mencionadas, por cuanto parezcan numerosas a una primera observación, representan en realidad sólo una mínima parte de la incalculable abundancia de manifestaciones que es posible imaginar en el concepto de “vibración". Estas proporciones no las elige sólo el ser humano para su música y su arte; las elige la naturaleza: para las órbitas de los planetas y las formas de las hojas y los cristales, para las relaciones en el sistema periódico de los elementos, para las formas del cuerpo animal y del cuerpo humano, para la cuantización en el núcleo del átomo, para los spins de los electrones, para las proporciones del ADN que guardan nuestro código genético, para los mensajes de los pulsar que distan millones de años luz, para los vientos solares y el magnetismo terrestre, y así diciendo.

En otras palabras: no cada número representa un valor tonal, sino cada valor tonal representa un número. En la gran mayoría de los casos la naturaleza prefiere los números que representan contemporáneamente los números tonales, es decir prefiere no los número, sino los valores tonales. La naturaleza quiere el sonido, insiste sobre el sonido.

LA INMANENCIA DEL SONIDO

La relación en la que el universo decide a favor de proporciones significativas de un punto de vista sonoro es de uno a un millón, una relación que, hasta en la generosa (y para nada científica) interpretación del concepto de la casualidad, propia de la ciencia positivista, no se puede interpretar como una casualidad. Por ende, quien utiliza en este contexto la palabra vibración piensa de manera imprecisa. El término es demasiado impreciso para poder designar las vibraciones que interesan el universo, que nos son vibraciones cualquieras, sino sonidos. No números sino valores tonales.

29 de octubre de 2010

Vida Vibrante


VIDA VIBRANTE


Un hermoso artículo publicado hace años en la revista italiana Vidya. Hay unas reflexiones muy profundas sobre la naturaleza vibratoria del Ser Humano y del Universo

En el plano tangible no existe cosa o ente que no exprese ritmo, vibración o sonido. Aunque muchas vibraciones no sean percibidas, sin embargo existen. El individuo vibra y resuena; algunos que son sensibles pueden percibir este sonido-ritmo. Cada vibración, a su vez, expresa un particular tono, o calidad. La vida es el resultado de estos dos factores, número y tono.

Un ave, con su vibración sonora, expresa una calidad tonal, expresa un estado de ánimo, un vivir, un ser. Así, una flor, con su vibración o su espectro luminoso, expresa también algo, una calidad. Esto implica que si nosotros comprendiéramos, más allá del número-vibración, la calidad expresiva, podríamos comunicarnos con la vida universal. Nuestra individuación y materialización nos han aislado y obligado a la incomunicabilidad: para nosotros el gran libro sonoro-luminoso de la vida queda cerrado.

En general, nuestro acercamiento a la vida se manifiesta en términos como enumeración, clasificación y computación. Si abrimos un libro de botánica en la palabra orquídea, leemos “ familia de plantas monocotiledoneas, del orden de las microespermas...” y así creemos conocer la orquídea. En realidad no sólo no la conocemos, sino que tampoco entendemos lo que esta clasificación quiere decir. El que realmente quiere conocer la orquídea debe “sentirla” vibrar, escucharla, y ser sensible a sus tonos expresivos. Convivimos con muchas manifestaciones de la vida, sin embargo, aunque sean nombradas y clasificadas, estas no son comprendidas ni “escuchadas”.

La vida es música. Es sonido y también color, por lo cual hay que ser sensibles a los dos para conectarse a ella. Esto resulta más evidente en los planos más sutiles de la manifestación. Alejándonos de esta visión de hecho nos hemos aislado, hemos cortado el “dialogo” con la vida.

En el reino vegetal la armonía es el resultado de la variedad de sus sonidos luminosos. Un espacio verde, de acuerdo a su vegetación puede producir música afinada o desafinada. Cada vibración emana una calidad, o valor tonal. O sea que el ritmo representado por una rosa genera un efecto cualitativo: con los sentidos psicofísicos percibimos el ritmo-cantidad, y con la sensibilidad del alma captamos la calidad o valor tonal del ritmo-rosa. Con este enfoque podemos escuchar todo lo que nos rodea: podemos percibir la armonía de la vida universal, podemos captar y vivir la “música de las esferas”. Cada ser expresa vibraciones y calidades que junto dan el “tono musical” o el armónico del ser mismo. Para comprender un ser, de cualquier dimensión, debemos desarrollar el “oído interior”, la sensibilidad interior, que tampoco es la emoción o sentimiento, sino que es algo más.

Detrás de la calidad está la Vida o el Ser. Para comprender este concepto hay que decir que el Ser expresa una “calidad tonal” a través de la forma-número-sonido. O sea que tenemos vida, calidad y forma, pero estos aspectos no son separados, sino que son una unidad-trina. La calidad es el Tono de fondo o la Nota-calidad básica del Ser-vida: esta Nota desarrolla armónicas que representan las ilimitadas maneras de expresión de la vida misma: de tal manera el individuo es una armónica puntual de la Nota fundamental del Ser-vida.

Ishwara, o el Dios Persona, representa la Nota básica de toda la existencia manifestada y no manifestada, pero es solo una de las infinitas Notas del Principio Universal.

Enfocamos un momento nuestra atención: lineas, planos y volúmenes no son otra cosa que armónicas del punto, o sea que cada figura geométrica nos reconecta al punto. En geometría el punto es la primera determinación. Tiene una particular vibración y una determinada calidad. De la misma manera Ishwara, como Punto macro-cósmico, es una Vibración (sonido) con una Calidad (punto) Con este enfoque todo ser, siendo un armónica de la Nota fundamental, también tiene su vibración particular (sonido) y su peculiar calidad (tono); si fuéramos capaces de conocer el sonido-tono de cada ser, podríamos comunicarnos con la vida, vibrar con ella, volvernos música viviente. Pero para esto necesitamos dos instrumentos: el que nos dan los sentidos externos y el que nos dan los sentidos internos, que todos tenemos pero que lamentablemente no sabemos usar.

Todo reino de la Naturaleza, o toda expresión de vida tiene su forma-calidad. Los cuatros Reinos de la vida que captamos tienen una variedad de sonido-tono, que son un “crescendo”, empezando desde el mineral hasta el humano. Mas allá del humano, los tonos-números, son tan elevados que los sentidos humanos no llegan a percibirlos. Sin embargo, el ser humano dispone de vehículos-cuerpos más sutiles y más vibrantes, con los cuales sería capaz de ver, sentir y percibir.

La individualidad humana, que se expresa a través de instinto, emoción y pensamiento, es una particular armónica de la Nota primordial del Ser.

Un instinto, una emoción y un pensamiento representan particulares estados vibratorios que expresan determinados tonos. Un pensamiento, por ejemplo, está representado por ondas vibratorias que pueden ser percibidas por un individuo aunque quede muy distante de la fuente emisora. Pero la nota de la individualidad es siempre una nota degradada, es música desafinada, disarmónica.

El ser, mediante una nota, dinamiza el “ akasha” el primer elemento del plano de la existencia, que responde, moldeándose sobre esta nota.

El Principio Universal es el gran Músico que, con el teclado de la Mente Universal, produce notas de armonía, moldeando la sustancia o Akasha. El individuo repite el proceso: con el teclado de su intelecto Superior produce notas y la sustancia etérica (Akasha) se moldea. Una emoción o un pensamiento son el efecto de un impulso del demiurgo o músico humano, son estados vibratorios que expresan calidades.

La humanidad, lamentablemente, está compuesta por músicos desafinados y además todo el mundo quiere ser el solista. Por esta razón produce notas discordantes, disarmónicas, generando, si así podemos decirlo, pésima música .

Para salir de este estado de cosas, el individuo debe primero profundizar la conciencia de ser un músico-demiurgo, luego comprender que hay que educar “tono” y “calidad” de su instrumento musical. Esto significa que sólo una transformación en la calidad de la conciencia puede hacer una humanidad mejor.

Hoy en día sólo estamos produciendo nuevos cuerpos ( se sabe que pronto llegaremos a la asombrosa cifra de 12 mil millones de individuos) o sea que sólo estamos aumentando el volumen del sonido-vibración pero nada hacemos para producir un “calidad” de humanidad mejor.

Obviamente, cambiar vibración o clave tonal comporta una acción directa y un compromiso interior para modificar algo en lo profundo de nuestro ser.

La creencia más nefasta es la que dice que “el mundo es así porqué sí”. Cuantas veces nos decimos: “si estoy hecho así, que puedo hacer?” Esta idea es negativa no sólo porque es falsa , sino porque nos exime del compromiso a cambiar la “clave musical”. Desde miles de años estamos repitiendo la misma música desafinada y nada hacemos para cambiarla. La Tradición Espiritual cumple un rol maravilloso porque le hace comprender a la humanidad que tiene que cambiar de nota y también le ofrece los medios para poder hacerlo.